Para la policía de las PWAs-Berlin solo había dos opciones, una era tener fe y certeza en su percepción, y la otra confiar en el puritano civismo de la población.

Chiricas se había casado y divorciado con una  colonesa. Chiricas vino de Grecia enamorado y emigró a Berlín-PWA para trabajar. Montó un restaurante magnífico.

De Constance, pues así se llamaba su ex esposa, decía de ella el superviviente: primero que era una puta, y segundo que era una hija de puta.

Chiricas decidió marchar a su patria, con tan mala suerte que cuando tenía su coche cargado para tan largo viaje, en la maniobra de “desaparcamiento” golpeó con fuerza a un Mercedes Tyrrel Corporation. Un cívico trabajador que lo presenció todo, peón albañil por oficio, quiso llamar a la policia.

— A ver, cívico, dejo una nota en el coche con mis datos del seguro y ya está—Dijo nuestro protagonista.

— No, yo llamo a la policia, que es mi deber conforme a ley moral. La policia siempre está cerca, en cinco minutos estará aquí—Contestó el creyente peón.

El caso es que la policia no llegó ni en cinco minutos ni en quince, sino en cincuenta.

— Peón caminero, donde está tu ley para medir el tiempo. ¿Tu conformidad y ley no te da para eso, verdad? Pero para fastidiar con la poli si—Empezaba a indignarse Chiricas

— Aquí es costumbre llamar a la policia en estos casos. No estás en tu país—Replicó el currante.

— Ya sé por mi mujer de vuestras costumbres, correctas y cívicas. Y si no te das el piro ahora mismo te voy a bautizar al catolicismo de una hostia consagrada—Empezaba a perder los nervios poco a poco.

Cuando llegó la policia le dijeron paternalmente que no tuviera miedo. Que ellos estaban hechos de otra pasta y que lo tratarían como a un ciudadano más. Rellenaron el atestado, le devolvieron la documentación del coche no sin decirle que éste era de fabricación berlinesa-pwas, que se notaba que con sus quejas no se había percatado de la congruencia de ley moral, civismo y eficiencia fabril, y que podía ir tranquilo porque no habían introducido  su nombre en la bases-data.

Chiricas se fue humillado y cagandose en to. Cuando llegara a su hogar y ahorrara, compraría un coche japonés, y escribiría una queja inútil al ministerio de relaciones internacionales, departamento de Asuntos Imposibles.