Greta Thunberg
Esta entrada aporta algunas notas con el propósito de ver otro aspecto de lo ocurrido en el caso de Greta Thunberg. Para ello me apoyaré al principio en el artículo «La fabricación de Greta Thunberg», del blog de la ecologista y periodista americana Cory Morningstar, sólamente en el ACTO UNO. Después veremos algunos datos sobre la «industria verde» en el norte de Europa extraídos selectivamente y «a pelo» de Wikipedia.
David JP Phillips
Citando a David JP Phillips, de la junta directiva de «We don’t Have Time», del libro «The Magical Science of Storytelling»: “¿Cómo es posible que te engañe tan fácilmente algo tan simple como una historia, porque estás engañado? Bueno, todo se reduce a una cosa central y es la inversión emocional. Cuanto más invertido emocionalmente estés en algo en tu vida, te conviertes en un observador menos crítico y menos objetivo«.
La inversión emocional -llama la atención el término «inversión»- es el esfuerzo continuado que dedicamos a una meta determinada. Cuando más tiempo y más esfuerzo se utiliza, más ciego se vuelve uno para encontrar el límite que indicaría el comienzo de la obsesión compulsiva y pérdida de la capacidad crítica. En este caso la meta es luchar contra el cambio climático, y la obsesión delirante la historia de Greta Thunberg. Da la impresión de que el directivo de «No hay tiempo» no cree en dicho cambio medio ambiental; y si cree, es para lucrarse. O mejor, le da igual si lo hay o no. Él fue un de los artífices de la creación de «una historia», la de Greta y la de tantos jóvenes y no jóvenes en busca de SU historia, de una historia.
Mensaje urgente: We don’t have time.
Que no haya tiempo, que «No hay tiempo», es una de las formas de llamar a la sin razón humana. Hacer una demanda a la precipitación es incitar al deseo sin objeto claro. Una voluntad sin una idea clara se convierte en un impulso como sólo impulso, sin meta que lo rija. No entro en la cuestión ecológica (si la ciencia del clima dice esto o lo contrario), lo que digo es que urgir al ser humano a algo, puede borrar el objetivo mismo, a saber, justamente la lucha contra el cambio climático. ¿Y qué hay detrás de dicho «borrar»?
¿Y qué hay detrás de «We don’t have time» según Cory Morningstar?
Por un lado, una economía capitalista estancada y un gran monto de capital financiero en busca de inversión. Toda una industria «verde» por formar y construir en busca de beneficios. ¿Cómo hacerlo? Convirtiéndose «en uno de los jugadores más importantes de Internet», redes sociales y marketing.
Ingmar Rentzhog
Más notas: veamos parte del curriculum de otro de los directivos de «No hay tiempo», Ingmar Rentzhog:
«Rentzhog es el fundador de Laika (una destacada firma de consultoría de comunicaciones sueca que presta servicios a la industria financiera, recientemente adquirida por FundedByMe). Fue nombrado presidente del grupo de expertos Global Utmaning (Reto Mundial) el 24 de mayo de 2018, y forma parte de la junta de FundedByMe. Rentzhog es miembro de los líderes de la Organización de Realidad Climática de Al Gore, donde forma parte del Grupo de trabajo de política climática europea.»
Marten Thorslund, directora de marketing de «No hay tiempo», tomo muchas de las primeras fotos de Thumberg tiempo después de su huelga escolar del 20 de agosto de 2018.
El negocio diversificado de la captura y almacenamiento de carbono.
Central térmica de Schwarze Pumpe.
La central térmica de Schwarze Pumpe (en alemán Kraftwerk Schwarze Pumpe) es una moderna central termoeléctrica ubicada en el distrito homónimo de la ciudad de Spremberg, al este de Alemania. Consta de dos grupos de 800 MW de potencia cada uno y utiliza el carbón de lignito como combustible.
Es propiedad de la empresa eléctrica sueca Vattenfall.1
En 2008 se convirtió en la central pionera en el mundo en utilizar el sistema de captura y almacenamiento de carbono (CCS).2
Vattenfall
Vattenfall es una compañía de energía eléctrica estatal sueca. Más allá de Suecia, la compañía genera electricidad en Dinamarca, Finlandia, Alemania, Países Bajos, Polonia y Reino Unido. El nombre de la compañía significa cascada y es una abreviación de su nombre original, Consejo Real de Cascadas (Kungliga Vattenfallsstyrelsen, en sueco).
Con datos de 2009, Vattenfall genera electricidad de combustibles fósiles (52%), energía nuclear (25%), energía hidráulica (21%), y «otras fuentes» (viento, biomasa, residuos) (2%).9
Teniendo en cuenta estos porcentajes, el negocio de la captura y almacenamiento de carbono es producto de la política de diversificación empresarial de Vattenfall. Hay que suponer que el negocio de la captura de carbono y su almacenamiento corresponde al 2% de las «otras fuentes». Parece el «abarca y devora» diverso del «por si acaso funciona», perfectamente compatible desde el punto de vista de aumento de la tasa de beneficio, con el caso de Greta Thunberg.
La rápida expansión de Vattenfall ha implicado la adquisición de centrales de carbón marrón o lignito, muy polémico en Suecia y Alemania, debido a que el lignito es una de las formas menos ecológicas de generación de electricidad.14
En ALEMANIA Vattenfall es la utilidad eléctrica para los estados de Hamburgo, Mecklenburg-Erpommern, Brandenburg, Berlín, Saxony-Anhalt, Thuringia, y Saxony.
Según Greenpeace, las plantas de carbón de Vattenfall despiden más del doble de emisiones de CO₂ que el resto de centrales combinadas suecas.